Los rocódromos abrazan la sostenibilidad: las instalaciones verdes llegan para quedarse y las marcas lo saben

Madrid, 26 de junio de 2025
Históricamente la escalada ha sido un deporte que se ha llevado a cabo en entornos naturales al aire libre ha evidenciado, al contario de lo que podría parecer, un elevado impacto medioambiental. La erosión del terreno, la generación de residuos en zonas remotas, los equipamientos agresivos (perforaciones en roca por anclajes), así como la huella de carbono por transporte y turismo de escalada, son factores altamente nocivos para la montaña.
En los últimos años, varios estudios académicos han revelado que los rocódromos son la alternativa más sostenible a la escalada en roca, ya que reducen la presión sobre espacios naturales frágiles, minimizan desplazamientos y generación de residuos y, además, aumentan la accesibilidad sin necesidad de dañar la fauna y la flora.
Esta realidad se ha traducido en un crecimiento exponencial de los centros de escalada a lo largo y ancho de nuestro país, siendo la Comunidad de Madrid, Cataluña y la Comunidad Valenciana las regiones con mayor concentración de centros de escalada, con un total de 227 rocódromos indoor operativos, según datos de la plataforma digital 2playbook. Lo que a su vez ha despertado un interés creciente en la escalada deportiva, convirtiendo a la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (Fedme) en la cuarta en número de deportistas federados en nuestro país con casi 250.000 licencias en 2023.
Ante este cambio de paradigma, los centros de escalada han mutado de forma inevitable hacia modelos más verdes: materiales certificados, como la madera FSC, ventilación natural y mayor renovación del aire, climatización evaporativa, paneles solares fotovoltaicos, etc. No obstante, la gran revolución reside en dos grandes cambios que se han ido implementado de forma transitoria en los centros de escalada indoor: el uso de materiales eco-responsables, tanto a nivel de instalaciones como de equipamientos, y el reciclaje de componentes como “modo de vida”.
El futuro del sector en clave sostenible
Las empresas de explotación, gestoras y fabricantes de rocódromos han ido dejando atrás fórmulas más tradicionales y se suman a esta transformación del sector con una oferta ajustada a las nuevas tendencias y con el respaldo de un mercado en expansión que previsiblemente experimentará una tasa de crecimiento anual de un 9,5% hasta 2030, según la consultora estadounidense Horizon Grand View Research.
Las previsiones se ven reforzadas por la certeza de que aquellas instalaciones obsoletas que no sean reformadas dejarán de ser rentables, lo que ofrece un motivo más de peso para que los gestores de las mismas se involucren en una mayor inversión en innovación y modernización para evitar situaciones de déficit.
Estas renovaciones van orientadas a integrar varios elementos: rotación constante de vías, gamificación, iluminación interactiva, así como sostenibilidad, con materiales reciclados o placas solares, entre otros.
Los protagonistas: marcas fabricantes y empresas de explotación
Empresas locales como Equipamientos Deportivos Deu o Agorasport han contribuido al diseño e instalación de mobiliario deportivo adaptado a entornos urbanos y rurales, facilitando así un modelo de turismo más sostenible y descentralizado.
Instalaciones y equipamiento: clave para la experiencia
Aquí puedes consultar una relación de algunas de las empresas fabricantes y de explotadoras de rocódromos que ya se perfilan como referencias del sector a futuro:
Fabricantes de instalaciones y componentes:
EP Climbing (Entre-Prises): líder global en estructuras de escalada, presas y volúmenes. En España se ha posicionado en proyectos municipales, escolares y de ocio.
Walltopia: fabricante de presas, volúmenes y estructuras modulares “llave en mano”. Su valor añadido: utiliza como materiales principales el termoplástico y la madera contrachapada apta para competiciones.
Top30 Rocódromos: empresa asturiana especializada en el diseño y montaje de muros de escalada. También opera la marca Climbat y otras auxiliares como Xtrm, orientada a eventos y ocio.
Tarragó: empresa de diseño y construcción y de instalaciones de escalada cuyo principal valor añadido es que ejecutan los proyectos totalmente a medida.
Relief: expertos en el diseño, fabricación e instalación de rocódromos, boulder, parques de aventura y salas de escalada, con un área de I+D enfocada a nuevas ideas y materiales.
Empresas explotadoras de rocódromos:
Climbat: marca del grupo ABEO, con presencia en Francia y España (Barcelona, Madrid, Zaragoza, Murcia…). Modelo mixto con boulder, cuerda, ocio y formación, y fuerte integración con su fabricante matriz.
Sputnik Climbing: grupo referente en la Comunidad de Madrid con centros en Legazpi, Alcobendas, Las Rozas, Chamberí…con modelo híbrido (fitness, salud, restauración).
Sharma Climbing: cadena internacional fundada por Chris Sharma, con tres centros en España (Barcelona, Madrid, Gavà), y en proceso de expansión de modelo premium.
Indoorwall: grupo presente en Barcelona (El Clot) y Alicante, con un modelo mixto orientado a ocio familiar.
Arkose: operan más de 100 rocódromos por toda Europa, con dos centros en Madrid.
The Climb: especializados en escalada de bloque para todas las edades y niveles en Alcorcón.
Monobloc, Cereza Wall, Freebloc, 9a Poblenou: rocódromos independientes con presencia más local y que priorizan generar comunidad y ofrecer calidad.
Normativa medioambiental
El cambio de rumbo del modelo de escalada también ha traído consigo nuevas certificaciones ambientales internacionales, a las que los rocódromos han tenido que ceñirse, como LEED (Leadership in Energy and Environmental Design), BREEAM (Building Research Establishment Environmental Assessment Method), EPD (Environmental Product Declaration) o ISO 14001 (Sistema de Gestión Ambiental).
Estas certificaciones verifican la eficacia en la gestión ambiental, así como la sostenibilidad e impacto medioambiental y económico de cualquier instalación de escalada (consumo energético, contaminación, gestión de residuos, cumplimiento de normativa, etc).
Pero ¿qué retorno real aporta a las instalaciones esta nueva normativa? Se podrían enumerar cuatro ventajas principales: la eficiencia global, la selección responsable de materiales, una mayor confianza en proveedores sostenibles y un mayor y mejor reconocimiento internacional de los legisladores.